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Cada mes, al poner el carro en el supermercado, sentimos el pellizco en el bolsillo. Lo que ayer costaba 70 €, hoy puede rozar los 90 €. Los datos no mienten: la cesta de la compra se ha encarecido con fuerza, y detrás de esos números hay decisiones políticas, inflación, cadenas logísticas y, sí, margen para que te estafen como consumidor.

En este artículo descubrirás los alimentos que más han subido, los que han “salvado la caída”, qué papel juegan las grandes superficies y cómo tú, consumidor exigente, puedes defenderte.

Lo que revelan los datos: subidas con nombre y apellido

  • En agosto, los precios bajaron un 0,21 % respecto al mes anterior, pero en comparación con hace un año, las subidas siguen siendo dramáticas.
  • Algunos productos como frutas y verduras están un 17 % más caros; carnes han escalado casi un 10 %.
  • Desde que empezó el estudio hace unos años, la cesta acumula una subida de más del 30 %.
  • Hay muchas excepciones: productos como el pescado o ciertas bebidas incluso tuvieron retrocesos leves.

¿Por qué ocurre esto? La inflación, los costes de transporte, la energía, la presión sobre materias primas, políticas fiscales y cambios en el consumo global juegan su papel.

Los “villanos” que están empujando los precios al alza

  1. Carne y productos perecederos
    Las proteínas siempre suben más rápido: por coste del pienso, inflación energética y distribución.
  2. Frutas y verduras
    Aunque fluctúan por estacionalidad, llevan una escalada sostenida estos años.
  3. Marcas premium frente a marcas blancas
    Las cadenas prefieren “proteger” sus líneas de margen con marcas reconocidas frente a productos de marca blanca.
  4. Costes ocultos (logística, energía, embalaje)
    No se ve el petróleo, el transporte nocturno o las luces LED en almacenes, pero su coste impacta directamente en tu ticket.

Las grandes superficies: ¿aliadas o culpables?

  • Las cadenas de supermercados están en el foco: OCU vigila los precios en 100 productos en 8 cadenas (Mercadona, Lidl, Carrefour, El Corte Inglés, etc.).
  • Algunas bajan precios estratégicamente para atraer clientes con productos básicos, pero compensan con aumentos en artículos secundarios (higiene, limpieza).
  • Cambian envases, formatos, “ofertas” engañosas: la letra pequeña importa al final del carrito.

¿Cómo no ser la “víctima” de la inflación en tu compra?

1. Compara siempre

No te fíes de que “este súper es barato”: usa apps de comparación, visita varios puntos en tu zona, revisa precios por unidad (precio por kilo, litro).

2. Favorece marcas blancas

No tienen el “glamour” del nombre, pero muchas veces son más estables en precio y nutricionalmente aceptables.

3. Compra local, consumo inteligente

Productos de proximidad tienen menos costes logísticos. Y ojo a frutas de temporada: suelen tener menor variabilidad de precio.

4. Planifica tu compra

Haz listas, evita compras impulsivas y aprovecha rebajas estacionales. No compres “porque sí”.

5. Guarda tus tickets y reclama

Si ves precios inflados frente a lo que viste el día anterior, puedes reclamar. Derechos del consumidor y mecanismos legales lo permiten.

¿Qué papel juegan InfoGestSur y el derecho en esto?

No es solo cuestión de precios, sino también de cumplimiento legal:

  • Revisar etiquetas engañosas o prácticas abusivas.
  • Asesorar sobre cómo presentar reclamaciones (administrativas o judiciales).
  • Verificar el cumplimiento de normativas de competencia y comercio.

En InfoGestSur, gestoría y abogados en Móstoles, acompañamos a particulares que se sienten agraviados, guiamos en reclamaciones y resolvemos dudas legales sobre prácticas de mercado.

Conclusión

La cesta de la compra ya no es un indicador silencioso: es una denuncia. Cada céntimo que sube, cada producto que se encarece sin razón aparente, es una llamada de atención al consumidor activo. No basta con resignarse: comparar, informarse, exigir y usar herramientas legales cuando hace falta.

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